martes, 29 de diciembre de 2009

Ciudadanos con dificultades sociales(Jaunes Funes)


Lecturas inadaptadas sobre los ciudadanos con dificultades sociales (Jaune Funes)

TEMA 2

En este artículo se hace una reflexión crítica sobre donde nace la marginación, también sobre que líneas deben seguir las intervenciones.
La marginación, la exclusión, la podemos relacionar con cuatro variables diferentes: sociedades inadecuadas, la marginación es una cuestión de los individuos que nada tiene que ver con la sociedades concretas que la generan. Cuando se habla de marginación se habla de una inadecuación entre el individuo y el entorno, las reglas….
Respecto a la política social, no existe sin empatía social.
Las construcciones problematizadoras de la dificultad, los llamados problemas sociales, están relacionados con la construcción social, no existe ningún barrio que se queje de la marginación social. Se sublevan porque dicen tener problemas tener problemas de drogadictos e inseguridad, un observador externo diría que lo que tienen son problemas de degradación., problemas de no encontrar ilusiones ni ganas de vivir, se depositan en algunos problemas sus dificultades de agregación social.
La exclusión, la marginación, es el producto de respuestas de reacciones incorrectas ante determinados problemas sociales, por ejemplo es importante facilitar la reinserción social de las personas que salen de prisión.
Muchas de las respuestas que damos hacia determinados problemas, crean marginación, estas respuestas nos permite clasificarlas en cuatro tipos, considerados como los más importantes:
Patologización, los problemas de marginación son problemas de patología individual, se propende a convertir en enfermedades individuales, aquello que es dificultades colectivas.
Penalización, tendencia a emplear el código penal como respuestas a todos los problemas sociales. La respuesta que siempre tenemos preparadas, es la policía, los jueces y la cárcel.
La protección, tendencia a proteger a los débiles, sin contar para nada con ellos, sin pararnos a modificar las circunstancias que producen su desamparo.
La burocratización, la tendencia a dar respuestas formales, complicadas, sin ningún, posicionamiento en la realidad de sufrimiento del otro.


La marginación, también nace de situaciones y circunstancias personales. Hay personas que pasan por conflictos personal, que les conduce a una situación de marginación.
Si con la intervención educativa pretendemos, paliar padecimientos, estimular procesos de socialización, debemos considerar el impacto de cuatro situaciones en las que parecen alternarse mecanismos básicos de humanización:
1. La ausencia de un clima afectivo básico.
2. Vivir en condiciones de desarrollo precarias.
3. estar sometidos a altas posibilidades de siniestro.
4. socializarse rodeado de estímulos y modelos educativos negativos.
Existen una serie de ejes centrales que tendrían que ser espetados, para poner en marcha políticas que tengan en cuenta los procesos de marginación y exclusión social.
Partir de las acciones destinadas a reducir el contexto social injusto que provoca la exclusión, así como para actuar para compensar sus efectos.
No se puede hacer política social contra la marginación, si al menos algunos de sus electos no son acciones de “choque”, destinadas a reducir los efectos de la injusticia, a evitar que las personas marginadas se hundan cada vez más.
Actuar desde el derecho de ser persona y no desde la amenaza de llegar a ser problema. La mayoría de los programas destinados a prevenir la marginación están puestos en marcha basándose, en el motivo de que si no se actúa la gente, será problema.
La gente de los barrios tienen derecho a crecer en condiciones correctas, no tiene derecho a no llegar a ser problema. Hemos de hacer políticas contra la marginación, porque las personas tienen derecho a incorporarse en la sociedad en condiciones razonables. Los ciudadanos no tienen riesgos sociales, en todo caso viven en condiciones que les pueden provocar una situación de dificultad y marginación social.
Hay que renunciar a la utilización de respuestas, que generan más marginación, a pesar de que tengan una rentabilidad política inmediata.
Las políticas dirigidas a las personas han de ser globales, integtrales…
La mayor parte de los programas específicos dirigidos a personas con dificultad social han nacido ya con el pegado original de crearles más segregación.
La centralidad de las acciones en la atención primaria sociosanitaria, redefinida y actualizada. Evitar los inhabilitadotes.
La resolución de los problemas sociales sólo se puede lograr desde la atención primaria, como la atención no especializada la atención directa a la persona, como la atención integrada. Solo desde la atención primaria integrada con los aspectos sociales y sanitarios, añadiendo aspectos educativos, se puede hacer política de reducción de los problemas de exclusión social.
Ha de rehabilitarse, el peso que se otorga en las políticas contra la marginación, sobre todo en la infancia y la adolescencia, a los profesionales inútiles.
Buscar la dimensión colectiva y comunitaria de las dificultades sociales. Volver a valorar el trabajo con la comunidad.
Difícilmente se puede hablar de política social hacia la marginación sin una respuesta comunitaria. No puede olvidarse que las dificultades sociales tienen que ver con contextos sociales concretos.
Diseñar acciones específicas para los colectivas en proceso intenso de socialización.
En los colectivos que tiene dificultades para incorporarse a la sociedad tienen mayores necesidades aquellos que están en la fase de transición hacia la vida adulta, hacia la sociedad adulta.
No se ha acabado la época de las políticas de juventud y dentro de las políticas de juventud, no ha pasado la época de los programas destinados a compensar a sus dificultades de socialización.
Recuperar la dimensión territorial, el pueblo, el barrio, del polígono etc. como contexto de intervención diferenciada.
Evitar discursos innecesarios y buscar respuestas a los problemas de la gente.


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